¡Update del 13.07.2019!
Ida y vuelta en tren nocturno EN 50457 (13.12.2018-15.12.2018)
El tren nocturno EN 50457
A pesar del auge actual de las aerolíneas lowcost en Europa seguimos siendo unos nostálgicos en lo que a trenes se refiere. Será por eso que en vez de volar desde Berlín a Cracovia, nos decidimos por viajar en tren nocturno.
Los trenes que circulan en la ruta nocturna Berlín-Cracovia pertenecen a la PKP, la empresa ferroviaria más grande de Polonia. Hay una conexión nocturna directa con dos opciones: cama o asiento. En los compartimentos hay seis asientos o de una a tres camas. Para comprar los billetes, lo más práctico es la página web de la Deutsche Bahn, que también está disponible en español. Sin embargo, al pasar a conexiones internacionales solo está en alemán o inglés. Viajar en un compartimento con asientos cuesta a partir de 39,90€ y la reserva de asiento está incluida en el precio. En los vagones con camas el precio varía dependiendo de cuántas camas haya en el compartimiento. Nosotros fuimos en un compartimento de tres personas y pagamos 207€ por el compartimento entero (69€ por persona).
Update del 13.07.2019: Al parecer ya no es posible reservar compartimentos con camas online, sino solamente asientos. Sin embargo, podéis comprar tickets para los vagones-cama en las oficinas de la Deutsche Bahn. Estas se encuentran en la mayoría de estaciones principales en Alemania. De todos modos, merece la pena echarle un vistazo a la página web de la Deutsche Bahn o la ÖBB. A lo mejor vuelve a estar disponible pronto.




Ida y vuelta
El tren que sale de Berlín se divide a lo largo del trayecto y a su vez se le unen más vagones en otras ciudades. Algunos de los vagones que empiezan en Berlín siguen hasta Budapest y otros hacia Viena, mientras que a nuestro tren con destino Przemyśl se le unieron vagones que venían desde Szczecin y Świnoujście.
A la ida fuimos en un compartimento con asientos. Nosotros tuvimos la mala suerte de no poder dormir al viajar en nuestro compartimento un grupo ruidoso. De todas formas habría sido difícil dormir aún teniendo un vagón para uno solo, ya que los revisores pasan a menudo a controlar los billetes. A nosotros nos controlaron cuatro veces: a las ocho de la tarde, a las once, a la una y media y las cinco. A Cracovia llegamos en torno a las seis y cuarto de la mañana. Dormir, dormimos en total unas cuatro horas.
La vuelta fue mucho más cómoda: no solo nos controlaron una sola vez, sino que pudimos dormir en camas calentitas y cómodas. Además el revisor llamó a nuestra puerta media hora antes de llegar para avisarnos de que casi estábamos en Berlín. En nuestro caso, no hubiéramos necesitado que nos avisase ya que llegábamos a Berlín a las nueve y media. Sin embargo, para conexiones en las que se llega al destino de madrugada este servicio está bastante bien ya que no hay riesgo de pasarse la parada. En el video os enseñamos los compartimentos de la ida y la vuelta. De momento está solo en alemán, pero estamos trabajando en ponerle subtítulos en español 😉
Update del 13.07.2019: Los subtítulos en español ya están disponibles 😀
Cracovia ❤
Historia y minas de sal
Cracovia es una ciudad preciosa con un pasado histórico impresionante. Durante siglos fue la capital de Polonia y el lugar de residencia principal de la familia real polaca. El complejo del castillo de Wawel es una de las obras arquitéctonicas que deja entrever ese pasado. A tan solo unos 10 kilómetros al sur de Cracovia se encuentra la mina de sal Wieliczka. Desde 1978 es patrimonio cultural de la UNESCO y es posible visitar la mina con un guía autorizado.
Nosotros participamos en la ruta para turistas, a lo largo de la cual vimos túneles mineros, lagos subterráneos y capillas talladas en piedra de sal. Durante el tour también aprendimos sobre la historia de la mina, su influencia en la región, así como leyendas varias. Es una ruta muy interesante y recomendable para cualquiera que quiera aprender más sobre el tema.


Nuestro hostal
En Cracovia teníamos una habitación doble en el ‘Heynow Hostel‘. ¡Nos costó tan solo 17€ al haberlo reservado durante la black week! Aunque el colchón y las sábanas dejaban mucho que desear, los baños eran grandes y estaban limpios. Además, en los pasillos había un montón de información sobre tours, actividades y excursiones. Pero lo mejor era la ubicación…
El hostal estaba en pleno centro de Cracovia, a unos 50 metros de la plaza principal, Rynek Główny, donde por las tardes abría el mercadillo navideño. En los puestecillos de comida había una gran variedad de platos salados y dulces, de los cuales nuestros favoritos sin lugar a dudas fueron los pierogi de setas y de postre los pasteles chimenea.

Descubriendo la ciudad
En nuestro segundo día nos unimos a dos visitas guiadas en inglés con „Cracow Free Tours“. El primer tour fue por la mañana, un recorrido por el casco viejo de la ciudad. Nuestra guía, Ella, nos habló sobre historia y personajes polacos y nos llevó a los sitios emblemáticos de la ciudad. Entre estos destacaron: la plaza principal, la calle Florianska, la basílica de Santa María, el antiguo ayuntamiento, la universidad, las antiguas murallas y el complejo del castillo de Wawel.


El barrio judío y la lista de Schindler
Por la tarde repetimos con Ella, pero esta vez el tour fue por el barrio judío. Es impresionante cuánto pudo conservarse a pesar de la ocupación. Hoy en día todavía siguen en pie varias sinagogas, así como el cementerio judío. A los que conozcais la película «La lista de Schindler» os interesará saber que la fábrica de Oskar Schindler está en Cracovia y algunas partes de la película se rodaron ahí. Ahora hay un museo en el interior de la fábrica sobre la historia del guetto de Cracovia durante la ocupación de Polonia en la Segunda Guerra Mundial. A los que no conozcáis la película no podemos sino recomendarósla antes de visitar Cracovia. Ilustra la vida de la población judía en el ghetto durante la ocupación.


Consejos y recomendaciones
Estación de trenes
En la estación de trenes principal hay varias taquillas para dejar las mochilas o maletas. Se pagan por 24 horas y, según el tamaño, cuestan a partir de 15 PLN (unos 3,5€). El único inconveniente es que solo se puede pagar con monedas.
Para cambiar dinero os recomendamos que vayáis a la ciudad y no lo hagáis en la estación principal: os daran un cambio pésimo. Incluso para sacar dinero, los cajeros que hay en la estación cobran todos una comisión extra. Sin embargo, al lado de la estación hay un centro comercial con cajeros que no os cobrarán comisión.

Minas de sal Wieliczka
Los precios para la visita a las minas de sal Wieliczka varían según el idioma y la época del año. Las visitas en verano y en idiomas que no sean polaco son algo más caras. Si no vas con un grupo grande, harán un grupo con otros visitantes que hagan el tour en el mismo idioma. En inglés hay visitas cada media hora. En español, ruso, alemán, italiano y francés hay entre tres y siete visitas diarias dependiendo del idioma y la época del año. Para poder hacer fotos dentro de las minas de sal hay que pagar un importe único de 10 PLN (unos 2,5€).
Para llegar a las minas de sal lo más cómodo es ir en tren regional. Tarda unos 25 minutos y cuesta 7 PLN por persona (casi 2€). También hay un bus por el mismo precio, pero tarda más o menos una hora.
Visita a Auschwitz
Desde Cracovia se puede ir a Auschwitz. Para esto deberíais contar con un día entero ya que, vayáis con una compañía o por vuestra cuenta, necesitaréis como mínimo unas siete horas entre ida, vuelta y visita. Lo más práctico parece ser contratar un tour con una compañía ya que suelen tener sus propios buses que van directamente sin tener que hacer transbordos.
Comida 😋
Para comer, nuestra guía nos recomendó ir al Bar Mleczny (en español «Bar de leche»). Este tipo de bares surgieron durante la guerra fría, cuando Polonia era un Estado satélite soviético. Son un tipo de cantinas en las que el gobierno intentó incrementar la popularidad de los productos lácteos entre la población. A muchos obreros sus empresas les daban vales para que fueran a comer allí. Tras la democratización de Polonia muchos de estos bares cerraron, pero algunos han vuelto a abrir. Tienen muy buenos precios y sirven comida tradicional polaca casera.
Si vais en diciembre y tenéis la suerte de ver el mercadillo navideño, no dudéis en probar los pierogi y los pastelitos chimenea. Y aunque no vayáis en diciembre, encontraréis estas delicias en puestecillos o restaurantes.
¡Gracias por leernos!
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Esperamos que nuestro post os haya gustado. No dudéis en dejarnos comentarios, feedback o en escribirnos si os dais cuenta de que hay información que ya no es actual. ¿Y vosotros ya habéis ido a Cracovia? ¿Qué visitasteis? 🙂